Un viejo taller abandonado en la parte más alejada de los muelles de
Königsburg oficiaba desde hace años como testigo de sus ocasionales moradores
... ratas y alguna que otra paloma ... Un local de grandes dimensiones
que había quedado sin sus artesanos constructores de embarcaciones y que
propiedad de la corona, marchitaba sus días... Crepitaron las bisagras
del portón de la entrada y arrastrando torpemente el polvo y viejo serrín del
suelo entraron unos elegantes personajes ... Thomas Arceus, uno de los
maestros inventores más afamados de Gröholm entraba escoltado por soldados de
la guardia negra y por Victor Greygold uno de los secretarios de su Majestad el
Rey Ragnar
Victor Greygold: Espero que este taller satisfaga vuestro
requerimiento maese Arceus ... no hay edificio con este tamaño que quede tan
alejado del comercio y de las miradas ajenas como este viejo almacén ...
Victor Greygold: Su majestad ha dispuesto todo lo necesario, una
escolta preservará en las calles aledañas el secreto de este lugar ... y esos
cofres servirán como primer estipendio para que podáis contratar los materiales
y artesanos ...
Victor Greygold: no reparéis en gastos Thomas ... su majestad
quiere resultados ...
Thomas Arceus observó con asombro aquellos dos
cofres rebosantes de dragones de oro ... con aquella cantidad contraría de
inmediato a los primeros maestros carpinteros ...
Victor Greygold: Volveré en un mes con más oro, ... recordad
maese Arceus ... su majestad quiere resultados ...
En el silencio del lugar, Thomas Arceus quedo contemplando la gran sala
... imaginándola repleta de artesanos a sus órdenes ... con libertad absoluta
para crear sus obras ... quizá el momento que definiría su verdadero propósito
en la vida ...
MESES MÁS TARDE .......
La forja del taller de Thomas Arceus no
descansaba dia ni noche ... los fornidos brazos de los herreros se turnaban
para golpear el metal al rojo en un sincrónico golpe metálico... Los largos clavos de hierro debían ser lo
suficientemente robustos para soportar los embites de aquella maquinaria de
guerra ...
Herreros, carpinteros, armeros ...
se daban lugar en aquel taller secreto ...
Desde el sótano ascendían trayendo
materiales e inventariando todo lo necesario ...
Los últimos ajustes estaban listos
para que las temibles armas estuvieran operativas ...
Desde los poderosos escorpiones que
con estructura ligera podían se montados en carros y transportados con
celeridad ...
Hasta los diseños más complejos a
los que Thomas Arceus había tenido que enfrentarse con sus discípulos ...
No había escatimado en cálculos ni
en medios ... Thomas se sentía satisfecho del trabajo de su vida ...
Había convertido aquel taller en la
más innovadora producción de maquinaria de guerra ...
El taller de máquinas para derribar
dragones más avanzado del Playmundo
Thomas Arceus: Bienvenido Sir.
Klaus Sherman ... el encargo del Rey está listo!!!
Klaus Sherman - Consejero de la
guerra del Rey Ragnar era el encargado de dar el visto bueno final a las
máquinas de Thomas ... sin duda su mirada de satisfacción auguraba un buen
presagio...
Thomas mostró los planos y la
ejecución de la compleja maquinaria a la par que Klaus asentía con el ceño
fruncido ...
Mostrándole las poderosas máquinas
para derribar dragones ... y la enorme Matadragones ... capaz de derribar
incluso a los grandes Vhalack ...
Klaus: Habéis superado con creces las expectativas ... los Feudos de
Gröholm se sentirán seguros, el Rey Ragnar sabrá que sus tropas pueden ahora
combatir sin miedo el día que el Dios de las sombras Azhrael intentara invadir
con sus dragones nuestras tierras ...
Comentarios
Publicar un comentario