El segundo de los procesos a que debían ser sometidas las pieles antes de pasar a las manos de los artesanos, que las transformarían en artículos de consumo directo por el público, se denominaba zurrado. Una vez que los curtidores habían tratado las corambres, los zurradores las teñían y les daban lustre. El gremio de zurradores también indicaba las sustancias colorantes y colores que podían utilizarse para las diferentes pieles.
En el taller de Zurrado de los Greemlock, Hans y su hermano menor Günter no para de trabajar ... se acerca el invierno y este año va a ser frío ... a buen seguro las capas de piel podrá vender a buen precio.
Günter tiñe la piel y la protege con los ungüentos que su padre les enseñó y a este a su vez su padre y así hasta cinco generaciones de Greemlock.
Hans incluso tiene que preparar las pieles este año ... así dice que el negocio va a ser mayor
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