Herman Bruls, era un oscuro prestamista de los barrios bajos de Königsburg ... conocido por facilitar dinero a famílias sin recursos cuando ya no había ningún otro que ofreciera crédito ...Hombres abyectos como él eran necesarios en la compleja vida que se desarrollaba entorno a las grandes ciudades ... pues la vida no era fácil alejados del campo ... a pesar de ello las famílias buscaban la fortuna separándose de las obligaciones de su Señor feudal ... arruinándose y malviviendo muchas de ellas en la ciudad, perdiendo sus sueños y endeudados con hombres como Herman ... Su carácter proclive al consumo exacerbado de alcohol le tornaba todavía más violento si es que aquello era posible ...La família evert fue una de esas desdichadas gentes ... Ralph el padre, carpintero de buena profesión se instaló en el barrio de los tintes, una de las zonas más humildes de Königsburg, aledaña al barrio de los faroles, donde el alcohol y los malechores abundaban ...
Pidió un préstamo para iniciar una carpintería, de la que la madera y las herramientas de forja jamás llegaron, acumulando una deuda de más de cuarenta escudos de plata ... un anochecer apareció en un infecto callejón degollado y su família se sumió en la más terrible pobreza ...
Elma, su joven y dulce esposa suplicó al prestamista Herman Bruls, que no desahuciara a su família... que sus hijos no quedaran en la calle a merced de todo tipo de malechores ...
El pérfido Herman, cautivado por la juventud y la lozanía de Elma, le propuso tomarla como esposa... a lo que entre sollozos accedió por sus hijos ... Aquél fué el inicio de sus suplicios, ... humillada y sometida a los caprichos de Herman ... recibía como pago a su obediencia el desprecio, las palizas a sus hijos y a ella misma del borracho prestamista ... Cada atardecer después de la paliza de rigor caía borracho en la cama mientras los hijos de Elma intentaban consolar su llanto ... si había suerte no despertaría ... de lo contrario un infierno le esperaba a la abnegada muchacha ...
Era el amanecer de un día cualquiera ... Elma ya había abandonado el lecho pues su lado de la cama estaba frío ... maldiciendo su nombre por no poder gozar de los favores que concede el matrimonio ... grito...
- Elmaaaaaaaa !!! donde estás desgraciada ...
Arlequín: ¿Jugamos? ... venga ... dí que sí... por favor .... te prometo que no te dolerá .... muuuuucho
- Cuidado con el alcohol ... que no te haga perder la cabeza ... puede que entonces venga a reclamarla ... el Arlequín negro
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