Thär-Sha-Doom, el Rey de los Orcos de Elrhün regresaba de su victoriosa campaña encabezando a la Horda ... las siempre hambrientas hienas habían cumplido con creces su misión de rastreo ...
La fortaleza de Ankhör-Dür se alzaba regia y tenebrosa ...su silueta parecía un titán dando la bienvenida a su Rey ...
Ankhör-Dür era sin duda el más tenido asentamiento Orco de todo el Playmundo ... un Reino creado y regentado por Orcos ... sedientos de sangre, incansables guerreros, en tiempos de paz incluso luchaban entre ellos y se despedazaban ... aunque eso fue antes de servir al Dios Azhrael ...ahora se mostraban más organizados que nunca ... una Horda preparada para invadir cualquier Reino ...
Thär-Sha-Doom había construido un trono con los cráneos de sus enemigos ... un trono con las cabezas de los capitanes de los ejércitos de los hombres que le recordara su victoria para regocijo propio ...
El raptor personal de Thär-Sha-Doom aullaba y babeaba al entrar un cofre lleno de cráneos ... los carromatos con cabezas humanas se agolpaban en la entrada ...
El Salón del trono Orco adoptaba un esplendor que la horda de pieles verdes jamás hubiera soñado ...
Thär-Sha-Doom se levantó soberbio y eufórico ... en sus febriles sueños vislumbraba un futuro en el que los Orcos dominaba la tierra ... ¡La era del Orco! ... siempre claro... bajo la servidumbre del Gran Dios de las sombras ... AZHRAEL
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