Sir Thomas Blackthorn es un
acaudalado notario que en no pocas ocasiones ha gestionado asuntos de la corona
de Gröholm.
De origen humilde, viajó por los
tres Reinos durante su juventud formándose en las mejores escuelas que su
trabajo podía pagar y gracias a ser avispado encontró empleo de pasante para un
afamado notario de la capital…con el tiempo creó su propio nombre dentro de la
sociedad de Gröholm, punto a partir del cual su fama y patrimonio fueron en
ascenso.
Ahora ya casi retirado disfruta
de las charlas y de los seleccionados asuntos jurídicos que ocupan su tiempo…
nada como una buena pipa para entablar el inicio de un oneroso asunto jurídico…
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Reside en un palacete en la zona
Este del Barrio alto de Königsburg, la zona donde se asientan los prohombres y
las mayores fortunas de la capital… disfrutando de una vida lujosa asistida por
su servidumbre fiel y solícita.
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Aquella fresca mañana de otoño,
Thomas observa, tras el laboriosamente labrado dintel de la ventana de sus
aposentos, el sosegado trasiego de la plaza por la que entra la luz a su
estancia… la humeante pipa es testigo silencioso de sus pensamientos…
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Su lujosa habitación dispone de
todo tipo de comodidades…una generosa chimenea, suelo empedrado con mármol de
las canteras septentrionales del Reino… una cálida piel de oso…libros para
amenizar las tardes perdidas y un globo terráqueo detallado según los viajantes
de la época y los cartógrafos de la Universidad de Gröholm.
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Sir Thomas se acercaba a la
chimenea para alimentarla con un par de troncos … el calor que desprendía el
olivo era intenso y duradero…algo que sus ancianos huesos agradecían
sobremanera…
………….
Apuraría el tabaco de su pipa y
por fin llegaría uno de los mejores momentos del día para el otoñal notario….
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Sentado a la mesa, frente a un
jugoso capón asado con miel y una buena botella de vino de Durkheim… el arte de
la buena cocina era uno de los grandes deleites de Thomas…
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Disfrutaría de ese manjar antes
de abandonarse una deliciosa tarde de inspiradora lectura, leyendo unos nuevos
capítulos de las Crónicas de Gröholm…mientras la luz del día siguiera entrando
por la ventana…la vida era hermosa y Thomas se había ganado disfrutar de ella…








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